
Sin embargo,
era necesario restaurar la paz interna, dedicarse a reconstruir un nuevo Estado;
tiempo después, habían sido por fin vencidos los zapatistas y villistas, y aunque
todavía hacían levantamientos ya no tenían el mismo alcance nacional.
Para la
legitimidad del gobierno carrancista, era importante la actitud del presidente
Woodrow Wilson, para aliarse con Alemania, estipulado en las propuestas del
famoso “telegrama de Zimermann”.
En 1920 la disputa por la sucesión
presidencial entre Carranza y los generales sonorenses, se suscitó cuando
Álvaro Obregón se levantó en armas, con ayuda de Plutarco Elías Calles y Adolfo
de la Huerta. A este acontecimiento se le llamó Plan de Agua Prieta. Carranza
no pudo sostener su gobierno y murió en el poblado de Tlaxcaltongo, Puebla,
cuando era todavía presidente de la nación, mientras huía rumbo a Veracruz..
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